Mantis Religiosa

on 26/5/11

                                  


La mantis religiosa es un insecto que siempre ha despertado especial curiosidad. Los distintos mitos que la rodean, así como sus peculiares características y comportamiento, han contribuido  a que este animal no pase desapercibido.
La razón por la que la mantis religiosa se llama de esa forma es porque cuando permanece inmóvil, con las patas delanteras juntas, parece que está rezando; de hecho, es por ello por lo que también se la conoce como ‘santateresa’. Estos nombres contrastan con otros que son empleados en determinados lugares, como ‘muerte’ o ‘caballito del diablo’.


Este insecto tiene su origen en el sur de Europa y pertenece a la familia de Mantidae.  Presenta una longitud de entre 4 a 6 cm y se trata de una especie terrestre y diurna.  Tiene la capacidad de girar la cabeza hasta 180 grados, además de dos ojos compuestos y tres ocelos en el medio que le facilitan un campo visual mayor. Sus patas delanteras poseen unas espinas para poder atrapar y sujetar sus presas y las traseras son cuatro.  También están provistas de alas.
Se alimentan de diversos insectos como moscas, arañas, grillos, polillas, e incluso entre ellas mismas.  Devoran a su presa por la cabeza y la atrapa con sus patas delanteras.  Se trata de un insecto muy voraz y habita en zonas cálidas, cultivadas y de matorral. Viven en ramaje o tallos de plantas.  Se encuentran gran diversidad de especies, la más común de las Mantidae,  es la Mantis Religiosa, suele ser verde o parda.  Por lo general, viven unos doce meses y al transformarse en adultas pasan un proceso de muda en seis ocasiones.


La hembra desprende feromonas que atraen inevitablemente al macho, que será devorado tras ser fecundada. Ésta puede ser copulada por más de un macho.  La duración es de unas dos horas y en la época otoñal  tendrá lugar la puesta de huevos, los cuales salen con una espuma que los protege al endurecerse.  En primavera los huevos se abren, de cada bolsita pueden salir unos 200, e incluso 300 huevos.


Cuando se sienten amenazadas, rápidamente abren sus alas para dar una imagen más amenazadora, y pueden mantenerse erguidas con las patas delanteras extendidas verticalmente. También dan sensación de ataque cuando coloca su tórax y sus patas delanteras hacia atrás.


Aquí os dejo un vídeo:



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